El pasado fin de semana fue el principio del fin para el 'mercado de la miseria' de Glòries con el dispositivo de una treintena de agentes para que los vendedores ambulantes ilegales no se desplegaran en la plaza.

"Se ha hecho  un trabajo previo, con mucha discreción, durante casi medio año", ha declarado este miércoles el gerente municipal, Jordi Martí.

Martí se refería al despliegue de agentes de servicios sociales y de la Policía de Barrio del Fort Pienc y el Clot para dar salida a vendedores, muchos de ellos "personas muy vulnerables", ha recordado Martí, y procedentes de diferentes municipios del área metropolitana de Barcelona.